Capítulo 034. La heredera
La brisa fresca y el cálido sol de verano acariciaban la solemne ciudad de Mannheim. Yalens salió del aeropuerto, sintiendo el aire en su rostro y una mezcla de alivio y expectación. >>Bueno, he regresado. Me pregunto qué sorpresas me depara esta vez, Mannheim<< musitó para sí misma.
—¡Dennis, puedes ir a descansar! —le indicó Yalens a la mujer que la acompañaba, con un tono amable, aunque con una pizca de cansancio.
—Muy bien, señorita. Recuerde que la cita en la corte es mañana a las nueve —contestó Dennis mientras le abría la puerta del coche.
Yalens abordó el vehículo con una sonrisa radiante.
—¡Claro! Nos vemos allá, descansa.
Tras ver partir el coche de Yalens, Dennis exhaló un largo suspiro de alivio. Detuvo un taxi y, apenas subió, descolgó su teléfono para responder una llamada entrante.
—¡Buen día, señor! —saludó con premura.
—Buenos días, Dennis. Disculpa si te molesto. ¿Ya están en Mannheim, verdad? —inquirió una voz masculina y grave del otro lado de la línea.
—Sí,