Capítulo 035. El cuadro.
Yalens se despertó pasadas las cinco de la tarde. Se cambió, se maquilló sutilmente y se recogió el cabello. Al bajar las escaleras, se encontró con las criadas, que ya se marchaban.
—¡Señora, qué bueno que llegó! Ha llegado un cuadro para usted —anunció Marie, la jefa del servicio.
—¿Quiere que se lo ayudemos a colocar? —ofreció una de las criadas con amabilidad.
—¡Oh, muchas gracias, Marie, pero pueden retirarse! Le pediré a mi esposo que me ayude a colgarlo —respondió Yalens con una sonrisa cálida mientras se despedía.
Una vez sola en la inmensa mansión, Yalens se sintió invadida por una sensación de libertad. Quiso explorar las habitaciones que había pedido modificar, especialmente una que solo ella y Dennis tenían permiso para abrir. Era la habitación del piano; lo había hecho trasladar y había ampliado la zona de la sala para convertirla en su estudio personal.
Al entrar, se quedó maravillada. La vista desde el gran ventanal era sencillamente perfecta, prometiendo un es