21. Cassio por fin sabe quién es realmente su hermana
Roma era justo y tal como la recordaba. Pensó Kathia con nostalgia, observando a través de su lado de la ventana del auto que compartía con Cassio.
— ¿Te trae recuerdos? — le preguntó él de pronto, sorprendiéndola después de varios minutos de silencio — ¿Reconoces ese lugar?
Ella lo miró solo para redirigir la vista a donde él señalaba con su dedo.
— Es la Plaza Navona — respondió sin importancia, pero por supuesto que recordaba.
— Y el lugar donde nos dimos nuestro primer beso.
— ¿Ah, sí? Pues no me acordaba.
Cassio soltó una risa suave y meneó la cabeza.
— Claro, y por eso te has sonrojado — respondió él a cambio, divertido, y Kathia agradeció que pronto hubiesen llegado a su destino.
Bajó del auto luego de que el chofer abriese la puerta y caminó hasta la entrada de esa enorme empresa que conocía muy bien. Cassio había heredado en vida, de su padre, el mando y manejo de una de las constructoras más importantes de Italia, siempre y cuando cumpliese con alguna de sus condiciones, com