La mente de Adeline volvió al pasado, atormentada por el recuerdo de cómo había estado tan absorbida en sus propios sentimientos, ignorando por completo los de Jason. Su corazón dolió al recordar la carta que él le había escrito. Incluso ahora, apenas podía creer que Jason siempre hubiera estado enamorado de ella.
—Jason… te quiero tanto —susurró Adeline, secándose las lágrimas. Apoyó el rostro contra el brazo de Jason y cerró los ojos.
—Nunca quise lastimarte… por favor, perdóname —añadió, con la voz cargada de culpa.
Lo cierto era que ella nunca había sabido cuánto la amaba Jason hasta que él estuvo dispuesto a sacrificar tanto por ella.
Todo comenzó el primer día de secundaria de Adeline—el día de orientación para los nuevos estudiantes. Jason, en ese entonces, era el presidente del consejo estudiantil. Junto con los demás miembros, estaba ocupado guiando a los alumnos recién llegados.
Los ojos de Jason se posaron en una chica que parecía brillar con una inocencia tranquila: llevab