Mundo de ficçãoIniciar sessãoA la mañana siguiente, Samantha condujo directamente a la casa de Isabella. Por suerte, la puerta principal no estaba cerrada, así que entró sin problemas. Isabella estaba sentada tranquilamente en su dormitorio, ya vestida y lista para cumplir la promesa que le había hecho a Samantha: ir a su chequeo médico.
Esa mañana se veía deslumbrante, con un vestido sencillo. Una bufanda rodeaba con gracia su largo cuello y su cabello suave caía en cascada hasta la espalda.
Pronto, Samantha e Isabella subieron al coche, con Samantha al volante. Al llegar al hospital, fueron directamente al consultorio del obstetra para el control prenatal de Isabella.
—Señora Martez, su embarazo ha entrado en la quinta semana —dijo el doctor con una cálida sonrisa&mda







