Solo en ese momento, Rashel se liberó del agarre de Valerik dándole una mirada que él entendió para ir a donde estaba su padre y abrazarlo.

—Yo... estaba mal porque Dina me hizo pensar que había perdido a mi bebé, sinceramente después del accidente que tuve antes de que me secuestraran lo creí, solo confirmé ayer que mi bebé está a salvo.

—¿Un bebé? —murmuró Yelena como si aún no pudiera procesarlo del todo—. Mi bebé va a tener un bebé.

Rashel no esperó escuchar aquellas palabras de su madre y casi entornó los ojos divertida, si no fuera por la tensión del momento.

Artyom abrazó a su hija con fuerza antes de apartarse de ella.

Nadie esperaba el movimiento siguiente.

El puño de Artyom impactó directamente contra el rostro de Valerik con un sonido seco y contundente. Rashel gritó sorprendida, llevándose una mano a los labios mientras Valerik daba un paso atrás por la fuerza del golpe, aunque no cayó. Solo se tambaleó un instante, con la mandíbula tensa y un hilo de sangre en la com