205. Descontrolados
No había sido nada sencillo, dejar que su esposa e hija fueran sin él a algún lado, menos con la vena protectora que tenía cada vez más arraigada después de todo lo que habían vivido, pero no había podido evitarlo gracias a que la entrega de un envío se había complicado .
De todas maneras le gustará admitirlo o no, sabía que tanto Satarah, como Ava iban a estar bien en la casa de los Ivanov, además de qué solo sus mejores hombres, las acompañaron, no había manera que no fuera así.
Al entrar en la casa del que antes había sido su enemigo, Dimitry contempló a muchos de sus socios, y otros, que no lo eran. Dio un paseo por el lugar, viendo a lo lejos donde su hija se divertía junto a otros niños, relajándose un poco de haberla visto, Dimitry siguió avanzando con paso firme hasta donde estaba sentada Satarah y para su sorpresa, también Natalya.
Pero en definitiva, mucho menos se esperó oír la conversación que se ejecutaba en la mesa y por un momento se quedó paralizado de rabia y celos de