146. A costa de su propia vida
Hacía frío y estaba oscuro cuando Natalya logró abrir los ojos. Parpadeó aturdida tratando de recordar lo que había pasado para llegar a ese lugar y finalmente recordó.
Los habían secuestrado.
Su respiración se hizo más rápida mientras trataba de procesarlo todo. Estaba asustada recordando el pasado del que desesperadamente siempre quería huir.
No era la primera vez que la secuestraban, podía recordar cada detalle de ese día que la atormentaba, ojalá hubiera podido quedarse sin su memoria, así no tendría que revivir ese suceso en su mente día tras día, se sentía sucia, asqueada consigo misma y estaba tan asustada de que le pasara lo mismo.
Los muros que había construido a su alrededor para protegerse del dolor comenzaban a derrumbarse dejándola en su estado más vulnerable.
"No es él. Lograrás salir de aquí, nadie te hará daño."
Pensó intentando consolarse a sí misma.
Lya trató de adaptar su vista a la oscuridad y pronto se encontró con un par de ojos que la estaban observando con fij