—¿Tu hermano? —repitió aturdido como si estuviera procesando las dos palabras.

Zinoviy aprovechó su descuido para golpear su cara y rodó por el suelo nuevamente para ponerse de pie enviando una mirada fulminante para Dimitry quien no apartó ni por un momento sus ojos de Satarah.

—Sabía que no era seguro que vivieras sola. Este cabrón te trajo contra tú voluntad, nos vamos ahora —demandó Zinoviy tenso.

Estiró una manos hasta donde estaba Satarah y ella suspiró incómoda al mismo tiempo que Dimitry se giraba para enfrentarlo con los puños apretados y una expresión salvaje en el rostro.

Si ella no hacía algo terminaría volviendo a golpearlo y Dimitry obviamente tenía más experiencia que su hermano.

Sabía que con las peleas era con lo único que drenaba su ira así que debía intervenir.

—Zinoviy, él no me trajo en contra de mi voluntad, accedí a venir con él.

—Satarah —él dio un paso más cerca de ella.

—No. Te. Acerques.

Satarah respiró profundamente estirando la mano para tocarle el brazo a