Punto de vista de Sofía
Abrió la boca para decir algo, pero no esperé a escucharlo. Girando sobre mis talones, caminé rápidamente hacia mi habitación, cerrando la puerta de un golpe tras de mí. El sonido retumbó por toda la casa como un veredicto final. Mis dedos temblaban mientras giraba el cerrojo, creando una barrera entre nosotros que desesperadamente necesitaba.
El silencio dentro de la habitación era ensordecedor, presionando contra mis oídos. Me apoyé contra la puerta, con el pecho agitado mientras luchaba por contener la tormenta dentro de mí. Pero fracasé. Una lágrima escapó, caliente y pesada, trazando un camino por mi mejilla. La limpié con rabia, pero siguieron más, nublando mi visión.
¿Por qué sus palabras dolían tanto? ¿Por qué su rechazo hacia este bebé se sentía como una puñalada directa a mi corazón? Debí haberlo esperado. Debí haber sabido que Adrián no aceptaría a este bebé ni actuaría como un padre responsable.
Me dejé caer en el borde de la cama, mi mente viajando