Punto de vista de Sofía
Me lancé inmediatamente a disfrutar del dulce manjar. Alejandro se sentó a mi lado, observándome con diversión.
Aunque estaba increíblemente ocupado administrando sus empresas en Italia y Estados Unidos, siempre encontraba tiempo para mí. Nunca dejaba de hacerme sentir especial.
Una vez que terminé mi dona, me levanté para llevar los restos a la cocina. Cuando regresé, Alejandro ya se había puesto cómodo, con la corbata y el saco a un lado. Estaba viendo Friends en la televisión.
Me acurruqué junto a él, y me envolvió con sus brazos, atrayéndome hacia sí.
—Te extrañé, Alejandro —susurré.
—Y yo te extrañé más, Sofía —respondió con voz baja.
Lo miré, estudiando su rostro cansado.
—¿Tuviste un día largo?
—Sí, pero tenerte en mis brazos hace que todo sea mejor —dijo, acariciando mi cabello.
Estar con él me hacía sentir segura, algo que nunca había sentido antes, ni siquiera con Adrián o con mi padre.
Mientras lo miraba, nuestros labios se encontraron en un beso lent