Las fuertes llamas se propagaron rápidamente. César tomó a Victoria en brazos al ver que estaba lastimada y así pudiera sacarla de ahí. La preocupación de que algo pudiera pasarle a ella y a su hijo lo consumían por dentro.
—César, por ahí. —Victoria señaló la puerta de emergencia.
El humo denso dificultaba la visibilidad por lo que agradeció que su esposa hubiera podido ver la salida.
Con determinación, César se dirigió hacia la puerta de emergencia, atravesando el denso humo y las llamas con cuidado. Su única preocupación era sacar a su esposa a salvo de ese peligro inminente.
Con un esfuerzo sobrehumano, logró llegar a la puerta y la empujó con todas sus fuerzas. La puerta cedió, revelando el camino hacia la seguridad fuera del edificio en llamas.
El aire fresco y el cielo abierto los recibieron con un alivio bienvenido mientras se alejaban del edificio en llamas.
Una vez afuera, César colocó a Victoria con cuidado en el suelo, asegurándose de que estuviera bien antes de abrazarla