Oliver no hizo nada para detenerlo, sabía que se lo merecía, eso y mucho más, pero Carlos intervino, tratando de calmar a Harry.
—¿Cómo está, Victoria? —En ese momento llegó el señor Arturo. Rita lo había llamado, ya que sabía lo importante que era para Victoria.
Rita negó con la cabeza, nadie sabía nada aún. Arturo no se había percatado de la presencia de su nieto hasta que este lo nombró.
—¿Qué has hecho Oliver? Has cometido el peor de los errores. —Le reclamó. Oliver sabía que no tenía justificación—. Victoria está esperando un hijo tuyo. ¡Victoria está embarazada!
Oliver abrió los ojos con visible impacto, sintiendo el peso de la verdad y la gravedad de sus acciones.
La noticia de que Victoria estaba embarazada de él lo golpeó con fuerza, añadiendo un nuevo nivel de dolor a la situación.
—¿Qué estás diciendo, abuelo? —Oliver no podía creerlo, ¿cómo? Si el doctor Owen no le había dicho nada.
—¿Familiares de la señora Victoria Solís? —El doctor de urgencias salió con su gorro de cir