10. Todo, excepto amor
POV ALESSANDRO BALESTRI
Mientras la observo marcharse, bebo un trago. Irene es una mujer fascinante y debo admitir que no me ha decepcionado: firmó el contrato con la misma frialdad con la que yo lo esperaba. Al igual que yo, lo último que busca es amor.
«Mónica Lefevre… muy pronto sabrás de mí».
Una sonrisa se dibuja en mis labios al imaginar su rostro al enterarse de que me he casado con Irene.
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El momento ha llegado. Hoy me casaré con Irene. Una boda rápida, sí, pero no por ello menos impecable. Desde la ventana de mi habitación observo el movimiento en el jardín de mi mansión: camareros alineados como soldados, invitados tomando asiento con discreción, flores perfectamente dispuestas. Todo se desarrolla bajo el orden que he impuesto.
Frente al espejo ajusto con precisión el nudo de mi corbata. El esmoquin negro cae sobre mí como una segunda piel; cada pliegue, cada detalle, habla de poder y de control. El reloj de bolsillo marca que el mediodía se acerca