Cuatro.

— ¡Y es que es un gran imbécil!

— Es así, Raeli.

— ¡¿Tanto le costaba hacer una simple llamada a ese gran tonto?!

— Lo sé, no debió hacerlo. — Repitió Anastasia en modo automático, perdiendo la cuenta de cuántas veces ya se había quejado Raeliana por lo mismo.

Incluso le había comprado un chicle para mantener su boca cerrada al menos durante un rato pero terminó sin ser de ayuda.

Cuando por fin Anastasia tenía un poco de tiempo libre en su cada vez más apretada agenda gracias a las nuevas responsabilidades que adquirió; Raeliana decidió arrastrarla a ''Una salida de chicas'' dentro del centro comercial que ella misma dirigía con el único motivo de hacer que su cuñada haga de intermediaria con su hermano.

En pocas palabras Raeliana la había arrastrado por todas partes solo para tener la oportunidad de quejarse sobre Erick y su forma de hacer las cosas con ella.

Anastasia se percató de lo agotada que estaba cuando ambas por fin tuvieron un momento para sentarse, no comprendía de dónde Raeliana sacaba tantas energías para caminar al mismo tiempo que hablaba sin parar durante horas y horas sobre un mismo tema.

— Gracias por haberme acompañado hoy, al principio tenía mis dudas pero has demostrado ser una buena cuñada, ya entiendo por qué Hunter y Kailani te quieren tanto. Aunque Kailani adora a quien sea que sienta el más mínimo afecto por su banda, técnicamente su precio es bastante barato.

Anastasia sabía eso de sobra desde el momento en que Kailani inundó la casa donde solía vivir junto a Erick con productos referentes a su banda.

— Al parecer la música lo es todo para él — Comentó de la nada.

Pero no esperaba que Raeliana le contestara.

— Siempre le ha gustado la música, pero antes solía ser muy obstinado como para darse cuenta de eso, se rendía fácilmente cuando algo no salía como quería, Zathrian solía llamarlo bebé llorón sin voluntad para hacerlo enojar.

— ¿Y qué pasó luego?

— Kailani le atravesó el bombo de la batería en la cabeza.

Aquel fue un giro de los acontecimientos que no se esperó, tanto Raeliana como ella se rieron de la situación, imaginarse a Kailani reventándole un bombo a su hermano por la cabeza era algo muy complicado de imaginar.

Pero hubo una duda que se quedó en su cabeza.

— ¿Entonces Zathrian si se lleva bien con sus hermanos? — Al darse cuenta de que probablemente había hecho una pregunta demasiado invasiva decidió añadir otras palabras — Me ha parecido que su relación es un poco...

— Distante, sí — Completó Raeliana — Zathrian solía ser muy unido a nosotros, pero todo cambió tras el incidente con Máximo, Zathrian era muy apegado a él y la rivalidad creció cuando la familia intentó ponerlo a él en el lugar de Máximo.

— ¿En su lugar? ¿A qué te refieres con eso?

Raeliana, sin saber por dónde comenzar, inhaló hondo antes de dar su respuesta.

— Zathrian forma parte de la facción de la familia que se oponía a Erick, sin embargo, para conservar la paz decidió dejar de luchar viendo que padre seguía favoreciendo a Erick, por lo que le cedió su ''Favor'' aunque siempre me he preguntado si lo apoya de corazón... Considerando que cada vez que se encuentran tratan de arreglar sus diferencias y terminan en golpes me parece difícil de creer que lo haya perdonado.

— Dímelo a mí — Masculló Anastasia, recordando que ella misma había sido víctima de uno de dichos ''Arreglos de diferencias'' entre Zathrian y Erick. — Pero no sabía que Zathrian formaba parte de ese grupo.

Mejor dicho, no lo recordaba –Erick se lo había mencionado con anterioridad-

De manera repentina Anastasia sintió una punzada que le quemó la espalda y le recorrió la espina dorsal en una sensación realmente extraña.

En ese momento Raeliana, que estaba de frente con ella enserió su rostro de manera repentina, de no ser porque sujetó con firmeza el antebrazo de Anastasia habría jurado que su comentario le sentó mal. — No te muevas — Dijo de repente, fijando su mirada de manera disimulada en un punto específico.

Anastasia se sintió intimidada, no sabía que los Russo compartían el mismo tipo de mirada asesina cuando en seriaban sus rostros.

— ¿Qué sucede?

— No te voltees... Hay un hombre que definitivamente nos está siguiendo desde hace rato — Respondió Raeliana, confirmando las sospechas de Anastasia en relación a su mal presentimiento — Creí que eran ideas mías pero ya hemos recorrido todo el centro comercial y sigue ahí.

Entonces esa era la razón por la que la ''salida de chicas'' parecía no tener fin.

— ¿Qué deberíamos hacer?

— Anastasia, en situaciones como esta no hay nada que puedas ni debas hacer tú sola ¿de acuerdo? En casos como estos es necesario que contactes con alguien de confianza primero. — Raeliana sacó su móvil, Anastasia la miró textear a la velocidad de la luz.

Y luego de aquello terminaron en la estación de policía.

Raeliana se sintió mejor cuando llamó a Erick para que llevara a Anastasia de regreso a casa.

— ¿Te encuentras bien? Has pasado un largo rato sin hablar — durante un semáforo en rojo Erick desvió la mirada del volante y la centró en Ana, quien estaba sumida en sus pensamientos.

Anastasia suspiró — Es demasiada coincidencia — Murmuró — ¿Qué tal si esa persona está apuntando hacia nosotros? Tú y yo.

Erick la miró como si estuviera haciendo todo su esfuerzo por comprenderla.

— ¿A qué te refieres con eso?

Anastasia resopló — ¿Qué no es obvio? ¡Se trata de la misma persona que hurgó en la casa durante nuestra ausencia! Ha estado siguiéndonos desde entonces, estoy segura de que son los mismos, no podemos dejar que siga de esa manera. Hay que hacer algo.

— No harás nada, Anastasia. — Erick le habló con voz fuerte. — Dejaremos esto en manos de las autoridades competentes.

Sabía que él iba a decir eso.

— ¿Estás diciendo que debo sentarme quieta mientras hay un tipo siguiendo cada paso que doy? ¡¿Qué pasa si es el sujeto que robó los documentos de nuestro contrato?! ¡Podría revelarlo!

— ¿Y qué harás entonces? ¿Atraparlo por ti misma? No bromees conmigo — Erick se frotó las sienes con los dedos, no quería alterarse por las insólitas palabras de su esposa — Por ahora tu seguridad es lo primero, te asignaré un guardia de seguridad para que te acompañe.

— Erick, no puedes hacerme eso. No necesito que alguien me cuide, solo necesito que atrapen e interroguen a ese acosador.

— No voy a discutir sobre lo que es mejor para ti o no, Anastasia. Ya he dicho lo que haré.

No estaba conforme con aquella idea.

Un guardia de seguridad implicaría una cosa: Completa vigilancia e información de cada uno de sus movimientos a Erick. Aquello era algo a lo que no podía arriesgarse mientras siguiera en contacto con Lucien y el asunto de Máximo Russo no fuera completamente esclarecido.

— No puedes hacerme esto.

— Pelea y grítame tanto como quieras, no cambiaré de opinión.

— Solo estás huyendo para vivir con miedo.

— Si hacer eso te mantiene con vida entonces lo haré.

Anastasia se resignó, no ganaría en un combate verbal contra Erick. Pero en su cabeza quedó el pensamiento de que necesitaba sacar la idea de la cabeza de Erick mientras todavía necesitara reencontrarse con Lucien, a quien no había vuelto a ver desde el momento en que se reunieron en aquella fiesta de máscaras.

Conociendo el hecho de que anteriormente encontraba a Lucien hasta en su reflejo dentro del espejo una duda fue aclarada en la mente de Anastasia cuando dejaron de verse: Ninguna de las veces que se toparon fue por ''Casualidad'' podía estar completamente segura de que aquellos encuentros habían sido manipulados por él.

Sentía miedo por los cambios que daría el futuro, afrontar el presente era cada vez más difícil y el pasado seguía siendo sofocante.

A veces solo pensaba en huir y escaparse de todo.

— Cuñada ¿Te encuentras bien? — La voz de Raeliana la sacó de sus pensamientos.

Entonces se percató de su entorno; un evento social arreglado por Erick en un gran salón de fiestas.

Tenía una copa entre manos y una botella a medio vaciar justo en frente, el sudor corría por su frente, adhiriendo pequeños mechones de su cabello a la piel. Anastasia dejó de mirarse el vestido, negro como la noche, para alzar a mirada hacia Raeliana, quien la acompañaba junto a Kailani y Hunter en una misma mesa.

— Creo que me perdí en mis pensamientos — Aquella frase comenzaba a volverse una muletilla de tanto que la repetía.

— No tienes que preocuparte por lo que ocurrió, pronto atraparán a ese bastardo — Dijo Kailani en un intento de animarla.

— Aunque no lo parezca Erick ha estado moviendo muchos contactos para encontrarlo, pero el vándalo es realmente escurridizo — Comentó Hunter, atrayendo la atención de Anastasia — Al parecer es una persona capaz de ocultar su rastro con facilidad y cuyo rostro es tan común que pasa desapercibido por las personas, un verdadero genio del disfraz.

— ¿Capas de ocultar su rastro con facilidad? — Repitió Anastasia, aquello le sonaba familiar.

Tan familiar que de inmediato pensó en Lucien.

''Es imposible'' — Se dijo a sí misma dentro de sus pensamientos, el rostro de Lucien no era de los que pasaba desapercibido, además, él ya le había advertido sobre alguien siguiéndola.

¿Entonces quién podría ser?

— ¿Dónde está Erick?

Era natural que lo preguntara, estaba sola en una mesa retirada junto a tres de sus cuñados, sin la presencia de su esposo.

Raeliana lo señaló de manera disimulada, estaba varios metros más atrás, charlando cómodamente en otra mesa., sonriendo y bebiendo vino mientras brindaban. Dicha imagen hizo que se sintiera enojada, había sido incapaz de llamar a su esposa para que fuera a beber con él.

Anastasia, dentro de su coraje, se le escapó preguntar:

— ¿Quiénes son ellos?

— Los inversionistas de nuestro difunto padre — Respondió Hunter — Erick ha tenido que estar lamiéndole las botas para evitar que retiren su apoyo a la empresa ya que dudan de sus capacidades como líder.

Era obvio que dudarían, Anthony tenía una manera muy particular de hacer las cosas mal, Ganar montones de dinero y que nadie lo descubriera al final.

Anastasia regresó a mirarlos, de nuevo la sensación de incomodidad la invadió, había una clara división entre ambos, no importaba cuánto se arreglara, jamás reflejaría siquiera una cuarta parte de la elegancia que desprendía una de las mujeres que estaban sentadas en aquella mesa.

— No tienes que sentirte mal, estoy seguro de que Erick solo está siendo amable por cortesía — Las palabras de Kailani no la hicieron sentir mejor.

Sobretodo porque todos allí sabían cuán hijo de puta podía llegar a ser Erick.

Y los problemas no acababan allí.

Regresando del baño, con un mínimo pero notable bulto en la zona del vientre llegó Edith, con un vestido que realzaba su rostro angelical –La única cosa angelical que había en todo su villano cuerpo- echó una mirada de soslayo a la desamparada Anastasia con burla y regresó a la silla junto a Erick.

— Miren a esa maldita perra resbalosa — Gruñó Raeliana con disgusto, mirando la manera en que Edith dirigía la mano de Erick hacia su vientre — ¿Cómo se atreve a mirarnos por encima del hombro y luego ir a coquetear descaradamente a un hombre casado?

Anastasia apartó la mirada segundos después de que se conectara con la de Erick.

O al menos esa había sido su ilusión.

— ¿Cómo es que puede hacerle esto a Anastasia? ¿Qué mal ha hecho ella? ¿Por qué ese imbécil no la sienta en otro sitio? — Siguió cuestionando Kailani.

— Y lo peor es que ahora es intocable — Añadió Hunter — Cuando se enteró de que tendría un hijo de Erick nuestro padre la puso en una posición en que nadie podía rechazarla, ni siquiera el mismo Erick.

Entonces se escuchó el quejido de Kailani:

— Como si fuera gran cosa, todo esto es porque al parecer está embarazada. ¿Qué tiene de increíble? Estoy segura de que la pondrán de patitas en la calle y todo regresará a la normalidad cuando Anastasia anuncie su embarazo.

Las demás miradas se concentraron en Anastasia cabizbaja.

— Eres un idiota insensible, Kailani — Dijo Raeliana.

— ¿Qué? ¿Por qué?

Anastasia sonrió amargamente, inhalando hondo antes de soltar las palabras más desalentadoras de toda su vida:

''Yo no puedo tener hijos''.

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