Capítulo358
Las pupilas de Julieta se dilataron abruptamente y su rostro palideció al escuchar eso. Lo miró fijamente, sin saber qué decir.

Samuel notó su cambio. Sintió que debía explicarlo, pero al final, solo dijo:

—Tengo tareas que hacer. No me molestes.

Después de un largo momento de silencio, ella se puso de pie y, conteniendo las lágrimas, dijo:

—Está bien, no te molestaré más.

Mirando la puerta cerrada, Samuel frunció el ceño.

No era eso lo que quería decir...

Él arrojó sus auriculares sobre la cama con un poco de molestia. No quería pensar más en esas cosas.

Durante la cena, Jasmine hizo lo posible por animar la atmósfera. Ella dijo:

—Chiqui, come más carne y crece más fuerte para poder proteger a tu hermana. No pongas esa cara seria. ¿Te debo algo? ¿O tu hermana te debe algo?

Luego, puso otro trozo de carne en el plato de Julieta y dijo:

—Julieta, come más, o no te dejaré venir la próxima vez.

Aun así, Samuel y Julieta permanecieron en silencio y no dijeron nada.

Jasmine puso su tenedor
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