56. Presencias inesperadas
Alessandro.
Arrugo la frente al notar a este par aquí, no puedo creer que Stefan de verdad viniera por mí como me dijo por mensaje, pensé que solo era una amenaza vacía, solo espero que eso último que dijo de sacarme a patadas fuera una broma, aunque lo dudo, su sentido del humor de por sí nulo se evaporó por completo desde que Renata se fue, parece que trata de ocultar la tristeza con el mal humor y no hay quién lo aguante; la mirada azul de Stefan se desliza a la mujer al otro lado de la mesa frente a mí, miro a Dania quien tiene el rostro levantado y observa a Tayler con un toque de pánico en su mirada, y no es para menos, el hijo de puta la está mirando como todo un depredador, como si él fuera un hambriento leopardo y ella tan solo una débil y deliciosa gacela en su mira, pero... esta presa es mía.
— Ey Tay.- los pozos oscuros de Tayler se mueven en mi dirección, su rostro es como el de un ser vacío y sin vida, no expresa absolutamente nada— Deja de verla así, la asustas.
Dani