29. Ansioso
Alessandro.
En cuanto el avión privado llegó al aeropuerto aproveché que Alexis llegara con nosotros para escapar de Stefan. Al salir tomé un taxi para ir directo a la cafetería, me siento ansioso, algo nervioso y lo más difícil de creer en mí, tengo miedo.
No es la primera vez que dejo plantada a una chica y la verdad es que no quería hacerlo en esta ocasión, pero por causas de fuerza mayor tuve que marcharme, no me apetecía una pelea con Stefan, y ahora tengo pánico de que Dania me rechacé aún más que antes, que piense que solo estaba jugando con ella y temo no volver a tener sobre mí esos bonitos ojos verdes profundos y brillantes como una esmeralda, aunque sea solo para regalarme una mirada molesta.
El camino se me hizo eterno, pero no serviría de nada quitar al conductor de su lugar y yo comenzar a manejar como un demente, desde hace una semana el tiempo transcurre a una lentitud alarmante y justo ahora más que otras veces. Cuando por fin llego a la cafetería le pago al chófer