22. Indiscreto
Dania.
— ¿Eres virgen?
Abro mucho los ojos y separo los labios, lo observo estupefacta, justo porque hoy se cumplían 3 días sin ver al acosador, y justo ahora se le ocurrió aparecer y haciendo la pregunta más inapropiada que se podría hacer en voz alta, miro a los lados y es una suerte que no se encuentre nadie por aquí, es como si el destino se pusiera de su lado, cuando viene a molestar no hay testigos por ningún lado.
— ¿Qué clase de pregunta es esa? A ti que te importa.- él sonríe, volteo a otro lado porque su maldita sonrisa me revuelve el estómago y confunde la mente de una manera extraña
— No me respondiste la pregunta.
— Eso no es asunto tuyo.
— Eso es un sí.- lo fulmino con la mirada, él solo se queda recargado en la barra mientras se mira los tatuajes de los nudillos de su mano derecha.— Puedes negarlo, pero te recuerdo que mentir es un pecado... y te vas a ir al infierno.
Le arrojo un vaso de plástico que rebota en su cabeza, voltea haberme sorprendido, en parte yo t