106. Propuesta inesperada
Dania
Otra semana... otro domingo en la iglesia fingiendo que Dominic y yo somos una pareja perfecta, un par de enamorados.
Me decepciona decir que estoy acostumbrándome a esta farsa y aceptando mi destino, mi espíritu nunca fue muy fuerte e inquebrantable que digamos y ni hablar de mi santidad que últimamente ha estado en silencio, todo en mí está en silencio en el interior, no hay voz de lucha, no hay voz de deseo, no hay voz de reprimendas, ni siquiera de lamentos.
Lo único que hago es salir de mi habitación para comer y regresar para dormir, ya no trabajo, Dominic se encargó de despedirme de la escuela de música diciendo que "su mujer no tenía necesidad de trabajar" lo único con lo que podía llenar el vacío en mí y distraer mi mente se acabó, por eso prefiero pasármela dormida para no pensar, lo único bueno de todo eso es que Dominic casi no está en el apartamento, se la pasa trabajando, si no lo voy a tener que ver mucho como estos días eso me hace sentir mejor.
Salimos de la