Escapando de un mal amor. Capítulo Lo que provocan tus celos
Samuel salió del recinto con el corazón hecho pedazos.
Cada paso que daba hacia su auto era una daga que lo hundía más en la desesperación. Las imágenes de ese beso y esas palabras malditas—“los declaro marido y mujer”—retumbaban como un eco violento en su cabeza.
Encendió el motor, pero no supo hacia dónde ir. Lo único que tenía claro era una sola cosa: Luciana era suya.
—No... —susurró entre dientes, con el rostro endurecido y el alma hecha trizas—. No voy a permitir que seas feliz con otro hombre. ¡Eres mía, Luciana! Cometí un error, sí, pero merezco una segunda oportunidad... ¡Merezco tu perdón!
***
Luciana descendió del auto junto a Octavio. Él le ofreció el brazo con caballerosidad, y ella lo tomó, intentando que su sonrisa pareciera natural. Por dentro, un torbellino de emociones la sacudía, pero debía mantenerse firme. Hoy era su boda. Hoy todo el mundo la miraba como la esposa perfecta.
El salón era un derroche de elegancia: candelabros de cristal, flores blancas y doradas, u