Escapando de un mal amor. Capítulo: Golpea donde más duele
Luciana abrió los ojos lentamente. Un dolor sordo latía en su cabeza, pero fue un calor familiar el que la trajo de vuelta: una mirada, intensa, profunda, temblorosa.
Eran los ojos turquesas de Octavio.
Él la miraba como si se hubiese detenido el tiempo. Había en sus pupilas una mezcla de sorpresa y miedo, como si temiera que ella lo rechazara, que lo echara de su vida de nuevo. Esperaba su rencor, su furia... su odio.
Pero lo que encontró fue otra cosa.
Luciana lo observó con una mezcla de duda y ternura.
Sus ojos brillaban con algo que se parecía demasiado al anhelo.
No dijo nada al principio. Solo lo contempló, como si intentara leerle el alma. Luego, muy despacio, levantó una mano temblorosa.
Octavio se tensó. Por un momento, creyó que ella iba a abofetearlo. ¿No era lo que merecía?
Pero no.
Luciana le acarició la mejilla. Su toque era suave, casi reverente. Una caricia que hablaba más que mil palabras.
—¿Me amas a mí...? —susurró ella, con una voz rota, apenas audible, pero con el