Escapando de un mal amor. Capítulo: Aun hay amor
Las sirenas de la ambulancia rompían la calma sofocante de aquella tarde.
Octavio estaba de pie, pálido como el mármol, sintiendo que su corazón latía con una fuerza brutal contra su pecho.
No podía creer lo que acababa de presenciar. Su Luciana… su dulce Luciana, la misma que no podía borrar de su alma, estaba siendo subida a una camilla con movimientos apresurados, aunque delicados.
Su rostro estaba cubierto por un ligero oxígeno, los ojos cerrados, la frente vendada, y apenas unas manchas de sangre en su ropa.
No parecía grave, o al menos eso quería creer. Pero el miedo se coló por cada rincón de su ser.
Sin pensarlo dos veces, subió a la ambulancia.
Se sentó a su lado y tomó su mano con cuidado, sintiéndola fría, demasiado fría.
Su pulso era suave, constante. Ella respiraba, y eso era lo único que lo mantenía con vida.
—Resiste, Luciana… por favor. No me hagas esto —murmuró con voz rota, acariciando la piel de su brazo, temblando.
Y entonces, mientras las luces del vehículo parpade