Escapando de un mal amor. Capítulo El precio del abandono
Vera sonrió con tristeza, una sonrisa rota, torpe, que parecía más una súplica que un gesto de felicidad.
Aunque la llamaban por otro nombre, aunque sabía que jamás ocuparía el lugar que pertenecía a otra mujer, Vera Catriel no tenía dignidad.
No le quedaba.
La había perdido el día en que decidió entregarse por completo a un amor que no la correspondía.
Quería ser la mujer de Pablo, quería sentir que le pertenecía de algún modo… y haría lo que fuera, lo que fuera, por conseguirlo.
Con sigilo, se subió a horcajadas sobre él.
Acarició su rostro con ternura, una caricia temblorosa, desesperada, casi infantil.
Lo miró con ojos anhelantes y se inclinó para besarlo, como si su amor pudiera revivir algo que jamás existió entre ellos.
Pero entonces, Pablo frunció el ceño.
Algo no encajaba.
Olió ese perfume. Un aroma dulce, empalagoso, ajeno.
No era Paulina.
La lucidez le estalló en el pecho como una descarga eléctrica.
Se incorporó de golpe, temblando.
La empujó con violencia, haciendo que Ve