Escapando de un mal amor. Capítulo: Duele el alma
Octavio Darson estaba sentado solo en el restaurante del hotel más lujoso de Cirna Gora.
Era un sitio elegante, con candelabros de cristal que colgaban del techo y ventanales enormes que ofrecían una vista privilegiada al lobby.
Las copas brillaban, la porcelana resplandecía y todo olía a exclusividad.
Pero él no se sentía parte de ese mundo.
El espresso humeaba frente a él, pero no lo tocaba. Jugaba con la taza entre los dedos, distraído.
Estaba absorto, como si su mente estuviera atrapada en otra época, en otra vida.
Una vida que olía a jazmines.
Porque ese era el aroma que de pronto lo invadió. Jazmines. Su aroma.
Luciana.
Cerró los ojos y por un segundo se dejó llevar por el recuerdo.
La imagen de ella aparecía como un eco persistente en su mente: su risa libre, sus ojos intensos, la manera en que caminaba como si perteneciera a todos los lugares y a ninguno al mismo tiempo.
Había salido con otras mujeres, sí. Muchas. Pero ninguna lo había tocado de verdad. Ninguna había sido Lucia