Alexa
Cuando vamos de camino a donde se supone que se encontraba Luis, estaba demasiado nerviosa. Sabía que algo malo le podía pasar; pasaban tantas cosas por mi cabeza. Dios mío, he estado en tantos problemas que ya me espero cualquier cosa de las personas, y más de un hombre que golpea así. Cuando Roxy se estaciona detrás de su coche, veo a Luis discutiendo con un hombre corpulento y alto que se ve sucio. Yo de inmediato me bajo del coche y camino a prisa hacia ellos. Cuando veo que el hombre levanta su mano para golpear a mi hijo, yo le grito muy enojada:
—Tú le pones una mano encima a mi hijo y te juro por Dios que te corto las manos. ¡Aléjate de él!
El hombre me mira con el ceño fruncido. Luis se ve muy alterado. El hombre baja su mano y me mira de arriba a abajo y muerde su labio, pero cuando llega a mi rostro, su sonrisa se borra y su sorpresa es muy grande. Y ya me imagino por qué; Roxy está tras de mí.
—Si no quiere que le maltraten a su escuincle, dígale que salga de mi pro