Por la tarde Killian me lleva a la consulta del doctor y alllí me hacen una revisión ocular. Salgo con unas gafas nuevas y viendo el mundo completamente diferente.
—¿Cuántos años tienes? —le pregunto a mitad de camino.
No sé casi nada de él y es raro. Es como si me estuviera enamorando de una sombra.
—¿A qué viene eso? —duda.
—Curosidad.
Me mira y vuelve a la carretera.Vamos demasiado rápido, como siempre.
—Veintinueve.
¡¿Veintinueve?! Wow.
—Pensaba que eras más joven.
—¿Me estás llamando viejo? —bromea y me aprieta la rodilla haciéndome reír.
—¡No! —me río—. Los llevas bien.
Verlo sonreír es algo que pasa pocas veces y me gusta disfrutarlo.
En el club está Roy, he hablado con él casi todos los días aunque por pocos minutos y no sé muy bien qué hacer cuando nos encontramos. Killian nos deja solos porque tiene cosas que hacer de la banda y nosotros nos hacemos en la cocina para hablar a una distancia