Capítulo 53

Tristán está sentado con unos amigos en una mesa del fondo del bar, el ruido de las risas y la música se mezclan con los murmullos de las conversaciones que lo rodean, pero él no presta demasiada atención a nada de eso. Un destello rojo en medio del tumulto lo obliga a girar la cabeza. Y cuando lo hace, sus ojos se quedan fijos en la figura que se abre paso entre las mesas iluminadas por luces bajas.

Ese destello rojo resulta ser un vestido ajustado, corto, que abraza con descaro cada curva de una mujer rubia. Tristán parpadea incrédulo.

—¿Esa no es…? —susurra para sí, incapaz de apartar la mirada—. ¿Profesora Fitzgerald?

Su voz queda atrapada en su garganta, apenas un murmullo. Sin embargo, en su mente la sorpresa retumba como un trueno. Andy Fitzgerald, su estricta y fría profesora de literatura, la misma que siempre lo miraba con desaprobación, está allí, con ese vestido que la hace ver peligrosa y luminosa al mismo tiempo.

Nunca la había visto así. Había conocido su la