Flor Pérez
Cuando Christian sale de casa, siento una enorme angustia envolverme, no sé qué me sucede, todo ha ido demasiado rápido. Las cosas que han sucedido entre él y yo simplemente rebasan lo que yo había imaginado, no puedo negar que, Christian, me ha mostrado una cara que no conocía de él, pero, no puedo quitarme la sensación de que en cualquier momento volverá a ser el mismo.
- ¿Mami? -dice Ángel acercándose a mí y sentándose a mi lado.
- ¿Sí, mi cielo?
- Oye, ya no he visto al tío Michael, ¿Ya no nos va a visitar? -pregunta con la inocencia de cualquier chiquillo.
Al escuchar el nombre de aquel maldito hombre, solo me provoca malestar, me da vergüenza aceptar lo que sucedió. Según yo, me fui de la mansión de los Walker y mírenme, terminé enrolada con un tipo que era enviado de aquel maldito hombre.
- Mi cielo, el tío Michael está de viaje y aún no sé cuándo regresará… -digo lo primero que se me ocurre para cubrir su ausencia.
Me cuesta reconocer que yo misma fui quien llevó a