Flor Pérez
Luego de ver que Christian se quedó dormido abrazando a Ángel, una gran tranquilidad me invadió. Llevo todo el día sintiéndome rara, no sé cómo verlo a los ojos después de todo lo que ha sucedido, no sé qué le ocurre, no sé por qué no para de besarme y yo, no paro de aceptar aquellos besos.
Cuando tenía 18 años o menos, soñaba con esos besos, soñaba con aquellos abrazos, soñaba con esa mirada.
Cuando me casé con él, la mayor parte del tiempo imaginaba que si me esforzaba por encajar en su mundo, él un día sería así. Tanto quise encajar que, me perdí en el camino.
Definitivamente, me estoy volviendo loca, sí, soy una maldita loca masoquista, él me lastimó, él me humilló, él me ignoraba cada que quería y ahora, no puedo quitarme la sensación de tenerlo a él. Sí, me odio por lo que voy a decir, pero de tenerlo sobre mí, besándome, acariciándome, haciéndome el amor, me pone nerviosa o no sé ni cómo explicarlo.
Estaba perdida en mis pensamientos, cuando de pronto su aroma se col