Christian Walker
Aún no puedo creer todo lo que está sucediendo, no puedo creer lo afortunado que soy, miro a mis hijos correr por el parque, miro a Flor sentada en el pasto y aún creo que esto es un maldito sueño.
Me da miedo pensar en que, efectivamente, se trate de un sueño, ella no sabe el maldito infierno en que me metí, luego de que ella se fue. No sé si algún día se lo contaré, pero lo único que me sacó adelante fue el lugar que acabo de devolverle.
Hoy cuando la vi por la mañana en el baño, no pude resistirme, ver su cuerpo desnudo, ver aquellas curvas que se ha formado con los años, es obvio que ya no es la niña con la que me casé.
Flor creció, se ha hecho una bella mujer, aunque aún puedo ver un poco de esa niña, tal como lo vi por la mañana en la cocina, no quise decir mucho de por qué lloraba, no quise ser invasivo, solo que al ver sus ojos llenos de lágrimas, algo me hizo abrazarla y hacerla sentir mejor.
Hoy no quise ir al trabajo, quise quedarme con ellos, sinceramente,