Flor Pérez
Me desperté temprano, no podía seguir durmiendo, por lo que bajé a poner café y caminar por el jardín. No lo puedo negar, la casa tiene su encanto, obviamente no se parece en nada a la enorme mansión donde vivía con Christian.
En este lugar se respira tranquilidad y claro olor a humedad del bosque.
Anoche, mientras observaba a Christian, recordé una escena que me hizo sentir incómoda, así que hoy, al despertar, no quise quedarme ni un minuto más en esa habitación.
Blanca me ha ayudado a conseguir datos de un psicólogo, definitivamente creo que puede ser de utilidad. No puedo andar a la defensiva todo el tiempo y no puedo simplemente fingir que nada sucede, no cuando los recuerdos de lo que sucedió van y vienen.
Mientras caminaba por el jardín, lo veo, él está parado en la ventana de la cocina, su mirada no es la misma de hace años, su mirada muestra interés y eso me genera pánico, sí, llevo una semana observándole y esa mirada es algo muy notorio, es algo que no puedo evit