Capítulo 57. Rosa
Capítulo 57. Rosa
Cuando Mara se marchó, yo también lo hice. Tenía que abrir la tienda y, ahora que Ethan no podía hacerme daño, no me importaba estar sola.
Una vez me acerqué al mostrador y cogí la hoja de los pedidos, casi me desmayo. No era posible que yo consiguiera prepararlo todo antes de las siete.
Así que no me quedó de otra: cogí casi todas las flores y los utensilios y me puse manos a la obra.
"—Lucien viene hacía aquí, no discutas con él. Necesito estar cerca de Duncan."
"—Sauna, ¿tú te escuchas? Estás desesperada por su atención. Después de todo lo que hemos pasado sigues anteponiéndo todo a ellos."
"—Sí, sí, como tú digas."
Sigo con mi trabajo e intento ignorar a Sauna, aunque no es fácil. Entiendo que está enamorada y que echa de menos a su compañero, pero no entiendo cómo no comprende que yo pueda estar dolida con Lucien.
Por primera vez en años no necesito que la puerta se abra para saber quién hay detrás. Hoy mi olfato parece querer funcionar perfectamente.