Capítulo 58. Enfrentar viejos demonios.
Capítulo 58. Enfrentar viejos demonios.
Hace tan solo unas horas que he regresado a la Manada y no puedo sentirme más sola. Lucien ha tenido que salir a atender unos asuntos de máxima importancia, ya que dejó todo de lado para buscarme. Supongo que eso es bueno para mí, porque demuestra que sí me quiere de verdad.
Pero aquí sigo sin gustarle a todo el mundo, y aunque debería entenderlo, ya que todo el mundo no te puede caer bien, también lo podrían disimular. La bruja mala del mar casi cae desmayada al ver mi vientre abultado, y no ha sido la única. Pero no es eso lo que molesta, ni mucho menos son todos los susurros y cotilleos que dejo a cada paso.
“El hijo que espera no es suyo.” “Seguro que se trata de un bastardo que nos quieren imponer como heredero.” “La mosquita muerta ha tardado poco en engañarlo.” Y podría seguir hasta aburrir, pero no es necesario. Todavía no sé nada de mamá. Cuando venga Lucien, le preguntaré. Solo me gustaría saber que se encuentra bien.
Después de