Capítulo 52. Dulces envenenados
Capítulo 52. Dulces envenenados
—¿Y esos dulces?
—Los trajo Ethan, Mara. Puedes comer los que desees, no me gusta el olor, solo tenerlos cerca me produce náuseas.
Mara se acercó la caja de dulces a la cara y frunció el ceño.
—Emilia, creo que estos no son dulces normales… creo que contienen algo más. Me los llevaré al centro para que los analicen. Además, voy a poner en marcha mi cadena de mujeres.
—¿Cadena de mujeres? ¿Qué es eso?
—Es una red que utilizamos sobre todo para buscar mujeres desaparecidas. Pero puedo adaptarla para esto. Yo llamo a mi primer contacto, le doy los datos de Ethan, y ella llama a la siguiente de su lista. Así, una por una, todas investigan en su zona y recopilan información. Al final, cuando la cadena termina, tenemos un informe completo. Es algo así como reunir a todas las cotillas del pueblo en una lista —dice y comienza a reír.
—No dejas de sorprenderme.
—Una tiene sus métodos —responde encogiéndose de hombros—. Por cierto, la carta que enviaste