Capítulo 50. No puede ser...

La señora vuelve y dispara varias veces, mandando a los tres hombres que hace un momento estaban convertidos en lobo.

—Dile a tu loba que oculte tu aroma, si no lo haces ellos no dejarán de venir una y otra vez.

Cómo sabe esta señora lo que soy, al menos no parece tenerme miedo.

"—Sauna, ¿puedes oírme?"

"—Sí, ya estoy casi recuperada."

"—Por favor, oculta nuestro aroma."

"—No, si lo hago Duncan no podrá encontrarme."

"—Sauna, si no lo haces ellos nos encontrarán. No sé si detrás de esto está Elian o hay alguien más."

Sauna obedece a regañadientes y después le explico que, aunque nuestro aroma no esté, sí está el de Lucien, así que él sí podrá encontrarnos.

—No entiendo cómo esos chupasangres han dado contigo tan rápido.

—¿Vampiros? Pero ellos no mueren con disparos...

—Niña, mis balas no son normales, y ahora vamos a deshacernos de los cuerpos y a cenar...

Después de un rato de cavar un hoyo bastante grande y rociar de gasolina los cuerpos, l