Capítulo 11. La Advertencia
Capítulo 11. La Advertencia
No puedo negar que he pensado en escapar, hasta he soñado con hacerlo en lo poco que he dormido. Pero no puedo hacerlo, no puedo hacerle esto a mamá. Si por alguna casualidad del mundo lo consiguiera estoy segura de que el Alfa la castigará a ella. Así que, si este es mi último día, lo será.
Me levanto temprano y voy en busca de mi madre. Hoy está radiante, ojalá y la felicidad que está experimentando le durara para siempre.
No veo por ningún lado la lista de tareas, por lo que mis nervios comienzan a aflorar. Aun así, preparo el desayuno y subo a la habitación. Dudo durante unos instantes en si entrar o no; al final no me queda opción. Abro la puerta y llevo la bandeja hasta el escritorio.
Me fijo en la cama y está deshecha, pero no lo veo por ningún lado hasta que escucho el sonido de la ducha.
Me pongo rápidamente a arreglar la habitación; con un poco de suerte la tendré lista antes de que él salga del baño.
Aunque me doy toda la prisa que puedo,