El Frenesí Del Vínculo
El sonido de alguien llamando a la puerta alertó a Zane quien estaba en la bruma de la fiebre de luna. Levantó la cabeza y miró hacia la puerta cuando el aroma de Angie lo hizo tensarse.
- Vuelve a tu habitación, Angela... - le dijo con voz ronca cerrando los puños con fuerza. El sentirla cerca lo estaba desestabilizando - No es bueno que te acerques ahora.
- Necesito verte... - le dijo.
- Mierda, Angie. No lo hagas más difícil. Me cuesta controlarme y no quiero lastimarte.
Angie no respondió, pero la puerta se abrió cuando entró a la habitación y Zane se estremeció cuando vio que observaba sus cadenas con una expresión temerosa.
- Sal de aquí... - le dijo sin poder evitar que sus ojos, garras y colmillos se expusieran para ella como dictaba su instinto. Era necesario para el ritual de cortej