Regalos para el viaje

Al día siguiente, por la mañana, Deborah estaba a la espera del personal de la mudanza.

¿Qué sucede cariño? Llevabas tiempo sin estar tan ansiosa -dijo la señora Marlyn con una dulce sonrisa.

_ ¡Demonios!- pensó la joven porque a su madre nada se le escapaba- Bueno…

_ ¿Por eso Agustina se marchó tan repentinamente? Porque no me creí su excusa -dijo mientras trenzaba el cabello de su hija.

_  Sí y ahora está tramando algo para impedir que le de a Menzies su merecido -comentó con el ceño fruncido y se cruzó de brazos- Es tan frustrante.

_ ¿Segura que no estás malinterpretando sus acciones?

_ Absolutamente, ella misma me lo dijo en la cara.

_ ¿Y cómo terminaron las cosas?

_Logré convencerla, ella mantendrá la boca cerrada.

La señora Marlyn dejó de tejer la clineja que le hacía a su hija y con una mirada seria le preguntó.

_ ¿Cómo lograste convencerla? Agustina es una persona testaruda, no se echa para atrás con cualquier cosa.

Al ver la reacción de su madre, Deborah reflejó sus nervios moviendo los pies y vaciló unos segundos antes de responder.

_ Hija -insistió la señora Marlyn con un tono algo severo.

_ Le dije que me quitaría la vida -respondió la joven mirando hacia otro lado.

_ ¿¡Qué!? Sabes muy bien que el suicidio es un tema bastante delicado para nosotros, no deberías jugar con eso -exclamó mientras sujetaba a su hija por los hombros.

_Pero Tina no sabe nada al respecto, no tiene idea de lo que pasó ese día. Solo la asusté lo suficiente.

_ Dime qué fue lo que hiciste con exactitud -exigió con voz autoritaria.

_Tomé las tijeras de mi gaveta y la amenacé con apuñalarme si no me obedecía.

_Por favor hija, no nos hagas pasar por esto de nuevo - comentó con lágrimas en los ojos- tu padre y yo no lo soportaremos, se supone que esa es una etapa superada, no nos hagas esto - dijo con voz quebrada.

_ No mamá, no te pongas así - dijo preocupada- te prometo que no lo haré, no voy a suicidarme.

Mientras madre e hija estan juntas en la sala, el señor de la casa hizo su aparición con una pequeña y elegante caja de madera en mano.

_ Vamos Debbita, abre la caja.

Cuando obedientemente la señorita Marlyn abrió la caja de madera, quedó asombrada por la belleza de las dos obras de joyería que tenía en sus blancas y delicadas manos. Se trataba de un camafeo con broche que tenía tallado los bustos de sus padres y un relicario circular de oro rosa ornamentado de forma original.

_¿Te gustan, mi Debbita?

_ No papá… me fascinan.

_ Me alegra oír eso, princesita. Como vas a estar lejos de la casa que siempre fue tu hogar, me pareció que era una buena idea darte este camafeo para que nos recuerdes y sepas que a pesar de la distancia, siempre estaremos contigo.

_ Gracias papá, está precioso- dijo conmovida- aunque, siempre he sabido que puedo contar con ustedes, son los mejores padres del mundo.

_ Aww, ¿la escuchaste mi vida? Eso que dijo fue muy tierno.

_Por supuesto que la escuché y tiene toda la razón. Obsequiarte el relicario fue mi idea cariño, quiero que tengas cerca de ti algo que te importe y revises su interior cada vez que necesites recordar lo que tienes para seguir adelante.

_ Gracias mamá, tu fortaleza siempre será mi guía.

De pronto, el teléfono de Deborah comenzó a repicar y el número en pantalla indicaba que la hora del viaje había llegado.

_ Papá, mamá, denme su bendición.

_Dios te bendiga mi amor -dijeron ambos padres al unísono y abrazaron de nuevo a su preciada hija.

_ Ten mi cielo, comida para el camino y para la cena.

_ Gracias, voy a extrañar la comida casera de ambos. Les haré una videollamada y vendré a visitarlos.

_ Eso espero, porque te vamos a extrañar muchísimo.

_ Y yo a ustedes también, los llamaré a menudo.

Unas horas más tarde, mientras Deborah seguía manejando rumbo a su nuevo hogar, su smartphone comenzó a repicar y al ver que se trataba de Agustina, aunque dudó unos segundos, contestó y activó el altavoz.

_No esperaba tu llamada tan pronto.

_Disculpa por no ir a despedirte.

_No es como si estuvieras obligada a hacerlo. Sobre todo después de lo que pasó anoche.

_ Es que no quiero estar peleada contigo…

_ Tampoco yo... ¿Estás bien? Te quedaste callada de repente.

_ Sí, no es nada, es que estaba recordando cosas.

_ ¿Qué tipo de cosas?

_Cuando Tabi se fue a otro país.

_ Sí, yo también la extraño - dijo con nostalgia.

_Yo me sentí muy rara al no verla a diario porque siempre habíamos estado juntas.

_ Sí, lo sé.

_Pero bueno, no hablemos de cosas tristes, solo quería desearte un buen viaje y hacerte saber que no estoy molesta contigo por nuestra discusión de anoche.

_ ¿Segura?

_  Sí ¿Y qué hay de ti, sigues molesta?

_ Escucha, se que te preocupas por mí, pero no me gusta que te involucres en mis asuntos - dijo con franqueza.

_ Entonces sí estás molesta.

_ No lo tomes personal, eres una buena amiga, pero tengo que dejarte en claro ese punto.

_ Bueno, te llamo luego. No quiero distraerte mucho mientras conduces, sé que es un viaje agotador.

_ Gracias Tina, estamos en contacto… Sigo pensando que a pesar de mis advertencias, ella va a hacer algo imprudente e impulsivo.

Cuando Deborah llegó a su casa tras un agotador viaje de 8 horas, no pudo evitar sentir alegría, esa era su nueva residencia y a partir de ese día viviría allí como una mujer independiente.

Su casa era moderna, sencilla y acogedora. Tenía ventanales, estacionamiento y un lindo jardín, pero en ese momento ella no podía disfrutar del lugar con tranquilidad, pues tenía cosas pendientes por hacer.

Al cabo de un tiempo, luego de que el personal de mudanza terminara de dejar las pertenencias de Deborah dentro de la casa y se fuera, finalmente ella se dejó caer en el sofá, en donde se quedó dormida de inmediato.

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