Mientras los tres jóvenes iban de regreso a casa en el avión privado de AFYA, reinaba el silencio entre los pasajeros, así que Robert decidió dejar a solas a sus compañeros, pues sabía que necesitaban hablar.
_¿Saben qué es curioso? No murió nadie hoy y pareciera que estuviésemos celebrando un funeral, este silencio me agobia, así que iré a hacerle compañía al piloto.
_ Vaya, no puedo creer que sacáramos de esta cabina al más fastidioso del grupo sin tener que esforzarnos.
_ Roderick -dijo la joven.
_¿Si Tabitha?
_ Quiero disculparme contigo.
_¿Disculparte por qué exactamente?
_ Por todo Roderick, desde el principio te engañé para salirme con la mía y al final no cumplí con mi objetivo.
_ Quizás no como querías, pero sí lo hiciste.
_ No lo entiendo.
_ Tú lastimaste a Menzies en todos los sentidos e hiciste lo que nadie más había podido, lo cambiaste.
_ ¿Qué? -dijo extrañada.
_ Todo lo que pasó en Suiza lo va a marcar de por vida.
_ ¿Dices que hasta el fin de sus días no v