Roderick nuevamente puso en marcha su automóvil. En un rato, el par de jóvenes entró en un lindo restaurante, pero por la forma en la que Deborah miraba al personal y a todo lo que le rodeaba, entre risas Roderick le preguntó: _ ¿Qué ocurre? ¿Acaso eres una inspectora encubierta? _Si yo fuera una inspectora, no vendría con esta ropa. _ En mi caso, yo actuaría con naturalidad, a fin de cuentas, esa es la mejor arma. _ Puede que tengas razón. Pero si nos sentamos en lugares diferentes y tú llamaras la atención haciéndole creer al personal que eres el inspector, yo podría salirme con la mía. _ Sí, puede que eso funcione, pero no me gusta el plan. _ ¿Por qué tendrías que disfrazarte? Leer más