Robert colgó el teléfono dejado a Deborah con el corazón en la boca y su mente maquinando una nueva estrategia en tiempo récord; sin embargo, el hecho de que Menzies estuviese en la misma habitación de su amado, no la dejaba razonar.
_ Ok, debo calmarme, Roderick está con Robert y con él está su gente, no es como si ese desgraciado tuviera las cosas fáciles. Necesito detenerlo, pero no puedo ir directamente o quedaré expuesta… ¡Ya sé!
La joven sacó apresuradamente su smartphone y llamó a un contacto con el marcado rápido; no obstante la persona se tardaba en contestar.
_ Vamos, por favor atiende...
_ ¡Oh, hija! -exclamó contenta.
_ ¡Mamá, necesito un favor!
_ Seguro mi amor, dime -dijo con seriedad al notar la actitud de su hija.
_ Necesito que envíes un mensaje a través de un teléfono público y que uses tu distorsionador de voz.
_ Seguro, ¿qué quieres que diga?
En la mansión de los Fletcher, el señor del lugar estaba muy tranquilo sentado en la sala mientras leía un libro con sus len