Capítulo 25. Decisiones bajo presión
  Irina se quejó, gritó y forcejeó, pero nada podía hacer. Quiso tirarse del auto en movimiento, y Alex, como si pudiera leer sus pensamientos, tomó su mano.
   —Conserva la calma y saldremos de esto muy rápido —susurró para que solo ella escuchara.
   Los hombres que iban adelante conversaban y no les prestaban atención. La mano de Alex estaba caliente en comparación a las frías de ella. Él entrelazó sus dedos con los de ella, tratando de darle calma.
   Irina se quedó quieta y observó a los hombres que iban delante. El conductor tenía las manos llenas de sangre y se alejaban de la ciudad.
   El corazón de Irina latía aceleradamente. Miró a Alex con una mezcla de miedo y furia.
   —¿Qué está pasando? ¿Quiénes son estos hombres? ¿Cómo es que puede estar tan tranquilo? —susurró, llena de miedo.
   Alex, manteniendo la compostura, respondió con voz tensa:
   —Tranquila, Irina. Te lo explicaré todo, luego…
   —Si me pasa algo por su culpa —expresó Irina llena de temor y rabia…
   Alex la