Las Almas Perdidas

Damian no respondió de inmediato. Sus ojos seguían fijos en los cuerpos de los cambiaformas, en la negrura antinatural que consumía sus pupilas incluso en la muerte. Su mandíbula se tensó.

Él ya había visto eso antes.

Años atrás

El olor a sangre y pólvora saturaba el aire en el callejón oscuro. Damian sostenía su pistola con firmeza, su pulso tranquilo a pesar de la tensión del momento. Alrededor de él, los agentes de la Luna Roja se movían con precisión calculada, bloqueando cualquier salida.

Frente a ellos, un grupo de humanos y cambiaformas estaban sumidos en el frenesí de la droga. Almas Perdidas, la llamaban en el bajo mundo. Un polvo oscuro que arrastraba a los sobrenaturales a un estado de locura asesina.

Damian vio c