Mundo ficciónIniciar sesiónLa Conexión Con Nocturne
La sensación fue tan abrupta que Damian despertó jadeando, cubierto de sudor. El cuarto estaba en penumbras, la brisa nocturna apenas movía las cortinas pesadas y el sonido de la ciudadela dormida era un eco lejano contra las paredes de piedra.
Por un segundo, Damian no pudo reconocer su propio cuerpo.
Sus manos -sí, manos- se apretaron contra las sábanas de seda, su respiración era rápida, errática, su corazón golpeaba contra su pecho con una fuerza que rozaba lo salvaje. Se llevó una mano a la cara, sintiendo la humedad en su piel, su cabello revuelto y pegado a la frente.
¿Qué demonios acababa de ver?
Cerró los ojos por un instante, tratando de calmar el torbellino en su mente. Podía recordar la sensación de la tierra bajo sus patas, la neblina envolviéndolo, el instinto primario de caza







