Capítulo 70. La marca
Alina estaba apoyada contra la ventana, observando la luna llena que se alzaba sobre los bosques. La luz plateada iluminaba su rostro, dándole un aire etéreo. A pesar de la calma del paisaje, su mente era un torbellino de pensamientos. Todo lo ocurrido en el consejo, las palabras de Soriana y las dudas que flotaban en el aire le pesaban en el corazón.
Sintió los pasos de Devon detrás de ella, firmes pero silenciosos. Cuando sus brazos la rodearon por la cintura y su cuerpo se apoyó en su espalda, Alina cerró los ojos.
—Debes tener cuidado, mi loba blanca —susurró él, su voz grave contra su oído—. La gente habla… Soriana… Joseph… No quiero que nada te haga daño.
Ella no respondió, su respiración se aceleró al sentir cómo él se inclinaba sobre su cuello. Sus dientes rozaron suavemente la marca que había dejado en ella tiempo atrás.
—Eres mía, Alina —gruñó, con un dejo de posesividad—. Y nadie te arrebatará de mi lado.
Con una mano, Devon comenzó a levantar el vestido de Alina, mientras