[Donovan]
—¡Sosténganlo! —la voz de mi abuela resonó en mis oídos, y apenas fui capaz de moverme antes de ser interceptado por dos de los hombres de su seguridad. Miré a todos los presentes y gruñí, furioso por lo que estaba viendo—. Donovan, tienes que calmarte y escuchar.
¿Escuchar?
—¿De qué estás hablando, abuela? —pregunté, revolviéndome entre los dos hombres en un intento por zafarme, pero fue imposible. Luego dirigí una mirada cargada de odio al hombre que se escondía detrás de ella—. ¿Estás protegiendo a ese bastardo? Lo esperaba de todos… menos de ti.
—Es tu hermano.
—¡Ese malnacido jamás será mi hermano! —escupí, lleno de rabia, mientras recorría la sala con la mirada. La abuela, mis padres, mi hermana… incluso la madre del maldito de Adrik sollozaba bajito mientras lo tomaba del brazo. Él, por supuesto, fingía estar afectado—. ¿Cómo puedes defenderlo? ¿Siquiera sabes lo que ha estado haciendo todo este tiempo?
Nadie respondió.
Karina fue la primera en dar un paso hacia adela