Capítulo dieciséis
Eliodas no quiere hablar, se ve muy molesto, ni siquiera me miro en todo el trayecto a casa
- estas exagerando un poco Eliodas - le dije en cuanto entramos por la puerta - ¿me temes? - preguntó - no lo hago - respondi de forma desinteresada, no creo ni que esa pregunta sea lógica - debieras, estoy siendo muy condescendiente contigo, sin embargo es necesario que comprendas que soy un demonio, que puedo hacerte daño - no lo creo - no se por que quiere que piense en el de esa manera - todo lo que te enseño Haurt es verdad - me encoji de hombros - eres tonta - probablemente - respondi - muestrame tu verdadera forma Eliodas, quiero ver como eres - le pedí, no esta muy emocionado con la idea - ¡asi que quieres verme! Eso es una tonteria, ¿o tengo que recordarte lo que sucedio cuando viste a Haurt - tu no eres Haurt - dejó salir el aire de sus pulmones<