Capitulo treinta
Vague por las calles de un lugar a otro sin conseguir nada, estaba llegando a donde trabajo normalmente, es algo parecido a un centro de control, me sorprendió mucho ver a Din parado frente a mi oficina
- ¿que haces aquí? - le pregunté - me parece que no trabajas ni cerca - vengo a hablar contigo, dime que esta sucediendo, ¿por que no quieres mi ayuda? - me esta dando pie a que le haga la pregunta que se esta comiendo mis cesos, no voy a perder la oportunidad - entra conmigo, si quieres saberlo te lo voy a decir, sin embargo ten en cuenta que no te va a gustar - el asintió y me siguió, me parece muy tranquilo para alguien que esta preocupado o no se si sera que en el fondo yo no quiero que tenga nada que ver, se acomodo en una silla alta que tengo en la oficina - habla - pidió muy serio - no me voy a andar con rodeos, no somos niños