Capítulo 40
Mientras tecleaba en la computadora, recordó la primera vez que se encontró con “ella”. Enrique tenía claras instrucciones de filtrar a las mujeres que destacaran de todas las demás, ya fuera por un buen físico, un rostro hermoso o el factor “virgen”.

Ella debía pasar sí o sí por su oficina. Mierd*, de verdad que le hubiera tomado menos de cinco minutos de entrevista antes de desvirgarla en ese mismo escritorio. Por ningún motivo la iba a exponer a los ancianos, y eso era meramente celos y posesividad.

Repasó los recuerdos de aquel día. Su pequeño cuerpo abriéndose por primera vez para él. Sus labios suaves, de los que bebía sin saciarse, su cabello castaño claro, sedoso, y esos ojos cafés con un toque de miel, llenos de pudor, miedo y dolor. Esa noche no se había portado como un bruto, sin embargo, tampoco fue lo suficientemente cuidadoso. ¿Pero qué se puede hacer?

Pasadas las tres, se tomó un descanso para comer, y a las ocho en punto salió del club con un único deseo en mente.

Svaqq16

Hola, espero la lectura sea grata para todos ustedes. Muchas gracias a los que han llegado hasta aquí. Y solo me queda decir: Inicio del caos, primer aviso. Nos leemos pronto.

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